Tu,mi...nuestra.

No olvides que mi necesidad tiene nombre y apellido; mi felicidad fecha de nacimiento, rostro y vida; una familia , amigos y deseos; pensamientos y sentimientos.
Pero sobre todo, una sonrisa que me ilumina día a día para poder seguir hacia delante.
Todo esto es "tu, mi, nuestra" vida.

01 octubre 2013

UNA FOTO, UN VESTIDO NUEVO, UN BAILE Y DE REPENTE...LA FELICIDAD.


Ese paquete volvió a hacerla feliz.
Era inesperado pero "lo esperaba y deseaba". Francesca, llevaba deseándolo... siglos, no el motivo por el que llegaba, sin duda doloroso como un desamor,si no los recuerdos que le traía.
Lo abrió despacio, mimándolo, con delicadeza, como si su interior contuviera su alma.
Sacó el pequeño paquete y al abrirlo apareció su cruz, la que había sido de los dos. 
Después de titubear un poco, con las manos temblorosas y las lágrimas asomando por sus ojos, rescató del fondo,una cámara;la antigua cámara q tan feliz la había inmortalizado años atrás.
Tras unos minutos con el aparato entre sus manos, llegó el momento de la carta.
La abrió, vio las dos fotos del interior y comenzó a leer.
En ese mismo instante,con el recuerdo, volvió a bailar en la cocina como aquella noche, volvió a ponerse el vestido recién comprado exclusivamente para el.
Volvió a oler a través de su imaginación y sus sensaciones recordadas, las flores frescas que crecían en los laterales de los caminos de los puentes mientras corrían riendo sin preocupaciones.

Posó discretamente para que consiguiera su mejor instantánea
la que el hubiera querido.
Sonrió recordando como Robert la hacia reír con sus historias y sus fotos; volvió a sentir el dulce aroma del tibio baño
y una vez más sintió que el alma se le desgarraba al dejarle marchar solo...
Pero también recordó lo que allí la había mantenido hasta ese momento,y entonces,comprendió que su sacrificio no había sido vano. 
Robert nunca la había olvidado, igual que ella a el. Siempre se habían tenido el uno al otro,pese a la distancia y el silencio, y cuando ella dejará de existir también, estarían unidos.
Volvió a sonreír y por un momento a ser feliz.


2 comentarios:

  1. Yo se lo léi a Dan Bown en El Símbolo Perdido... curioso lo de la noética... pero vamos yo que soy muy de ciencias, sé que hay muchas cosas importantes que no tienen ninguna masa, ni ningún peso, ¿cuánto pesa un beso reconfortante? De cuantificarlo, seguro que tendría un signo negativo, porque puede conseguir que te sientas "como si flotaras"....

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  2. Creo que para mi, por lo menos esa es mi última conclusión, las cosas que de verdad merecen la pena, no tienen masa,no pesan,no se pueden cuantificar ni económicamente ni de ninguna otra forma material. Quiero besos, abrazos, risas, sonrisas , maravillosos recuerdos y celebraciones por poderlo vivir y recordar cada día.
    Creo que Francesca lo consiguió al abrir su maravilloso regalo y que tanto el sacrificio que hizo ella, como la mayoría de los que nosotros hacemos, al final merecen la pena, aunque nos cueste al principio, pero el final es...un gran regalo :)

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